Te mirás al espejo y te sentís fea, te decís que te faltan tetas y te sobra un rollo y que ni en pedo te ponés una malla.
Estás por llegar a rendir y te decís que seguro te va mal porque las dos semanas enteras que estudiaste día y noche no fueron suficientes.
Escribís un “te extraño” y rápidamente lo borrás porque seguro no te extraña, pensás.
Te vas a dormir y das mil vueltas, te castigás pensando que sos una tarada por equivocarte de bondi cuando ibas a lo de tu amiga.
Así sos todos los días, vivís con miedo a que te observen y te juzguen.
Llegó el día
Te dan la nota del examen, aprobaste. Sonreís y te das cuenta que fue en vano decirte mil veces que te iba a ir mal.
Llegó el día
Te das cuenta de que lo que ves en la tele y en las revistas es mentira y empezás a notar que todos los cuerpos son bellos y diferentes.
Te comprás la malla que no te animabas a usar y te queda hermosa, siempre te quedó hermosa.
Llegó el día
Un mensaje en tu celular dice “Yo también y mucho ¿Nos vemos?”
Te animaste a mandar ese “te extraño”. Te animaste a mostrar lo que sentís y ganaste, porque el que demuestra siempre gana por el simple hecho de ser fiel a lo que siente, sin guardarlo en rincones. Porque cuando los rincones se llenan de sentimientos escondidos, empiezan a doler.
Llegó el día
Te reís de que siempre te tomás el colectivo equivocado cuando vas de tu amiga, lo hacés por distraída o por observadora de momentos no cotidianos.
Legó el día
Te diste cuenta que la persona que más te juzgaba sos vos.
Te pediste perdón y te prometiste que a partir de ese momento te ibas a escuchar, entender, y abrazar antes de juzgar.
Legó el día en el que te quisiste, te entendiste y no te juzgaste nunca más. Caro con Insomnio (Carolina Peralta)
Placer me da al leer cada cosa que escribís, porque simplemente es hermoso. Me siento realmente identificada, repito es hermoso lo que escribís.
ResponderEliminar¡Muchas gracias! ♥
Eliminar